Consejo Machiguenga del Río Urubamba - COMARU

Sistema de Vigilancia

Sistema de Vigilancia

En la cuenca del río Urubamba (Cusco), se encuentra la principal fuente energética del país: el gas de Camisea. La exploración y extracción de este recurso se realiza en zonas donde habitan poblaciones indígenas vulnerables y existen áreas naturales protegidas; asimismo, genera recursos económicos por impuestos y canon; sin embargo, estos no han significado mejoras esenciales en la calidad de vida de la población local. Además del proyecto Camisea (lote 56 y 88), en la cuenca del Urubamba se encuentran los lotes 57 y 58; todos ellos entregados en concesión a empresas transnacionales, cuyas actividades vienen generando impactos en la biodiversidad y la calidad de vida de la población.

Como respuesta a ello, COMARU articula cuatro modalidades de vigilancia:

VIGILANCIA AMBIENTAL: Programas de Monitoreo Ambiental Comunitario

COMARU participa en tres programas de monitoreo ambiental comunitario: Programa de Monitoreo Ambiental Comunitario Bajo Urubamba (PMAC-BU), que monitorea el proyecto Camisea (lotes 88 y 56); el Programa de Monitoreo Ambiental Comunitario Alto Urubamba (PMAC-AU), que monitorea el ducto administrado por la empresa Transportadora de Gas del Perú (TgP).

En 2002, COMARU impulsó el primer programa de vigilancia indígena del Perú (PMAC-BU).

 

VIGILANCIA TERRITORIAL: Comités de Autodefensa

En la cuenca del Urubamba, las comunidades de los pueblos indígenas de la organización del COMARU, vigilan su territorio frente a posibles impactos negativos en los territorios  y vulneración de derechos.

Cuyas comunidades nativas se organizan y desarrollan la vigilancia territorial a fin de cuidar y defender su territorio ante las amenazas que pueden provenir de actividades extractivas (maderera o de hidrocarburos), megaproyectos de infraestructura, turismo, agricultura a gran escala, invasión del territorio por colonos e incluso la falta de voluntad política del Estado Peruano y de institucionalidad indígena; entre otros.

VIGILANCIA EN ANP: Guardapaques Comunitarios

En nuestro territorio se encuentran dos Áreas Naturales Protegidas (ANP): la Reserva Comunal Machiguenga y el Santuario Nacional Megantoni, por el que las comunidades nativas realizan el control y vigilancia comunitaria para la conservación de los ecosistemas y su biodiversidad mediante la participación directiva y efectiva de la población local.  

Cuyas actividades que realizan es el control de ingreso de agentes externos a las ANP, en coordinación con el Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas del Perú (SERNANP) y con las Jefaturas de las ANP.

 

VIGILANCIA EN SALUD: Promotoras de Salud

En nuestras comunidades nativas la vigilancia en salud se da mediante la participación voluntaria (promotoras)  de la población local comprometidos e informados en todos los asuntos que tienen que ver con la vida, la de cada familia y comunidad para que mejoren el diálogo, el entendimiento y el respeto entre las y los representantes de la población.

El objetivo es de mejorar la calidad de los servicios de salud que reciben las mujeres indígenas y sus hijos e hijas, es decir se mejore la manera en que son atendidas en los establecimientos de salud, respetando sus derechos y su cultura.

¿Qué beneficios ha traído a los vigilantes indígenas?

  • Promueven la protección de los recursos naturales, culturales y sociales para resguardar su territorio, disminuir impactos y mejorar la gobernabilidad comunal.
  • Promueven la participación efectiva de las comunidades directa e indirectamente afectadas por el proyecto de gas de Camisea, articulando la comunicación entre la empresa y la comunidad, y fortaleciendo las capacidades de las comunidades.
  • Ayudan a recuperar la biodiversidad en la cuenca del Urubamba, promoviendo el manejo sostenible de los recursos naturales.
  • Promueven la equidad de género, a través de la participación de la mujer como agente que promueve el uso responsable de los recursos naturales.

¿Qué desafíos tiene la vigilancia indígena?

  • El reconocimiento de la vigilancia indígena a nivel local, regional y nacional como ente autónomo, para un monitoreo eficaz y un adecuado reporte de hallazgos ante la población.
  • La aprobación de un proyecto de ley para la articulación de la vigilancia y monitoreo ambiental y social ciudadano e indígena en el sistema nacional de gestión ambiental para el reconocimiento y registro de las organizaciones de vigilancia y monitoreo socio ambiental por el Estado peruano.
  • El fortalecimiento de capacidades a las comunidades nativas para la participación ciudadana y la consulta previa sobre las inversiones dentro de sus territorios, procesos de aprobación de los Estudios de Impacto Ambiental – EIA y su contenido; así como compensaciones, indemnizaciones, derechos laborales, entre otros.